El 11 de febrero comenzó en Salamanca el VI Congreso Internacional sobre Víctimas del Terrorismo organizado por el Observatorio Internacional de Víctimas del Terrorismo, perteneciente a la Fundación Universitaria San Pablo CEU, y con la dirección de Cayetano González.
El objetivo principal de estos congresos internacionales es mantener viva la memoria de las víctimas del terrorismo, defender su dignidad y, por supuesto, exigir que se haga justicia y se sepa la verdad de cada atentado.
En este Congreso hemos podido escuchar a victimas procedentes de países que han sufrido o sufren esta lacra como Francia, Rusia, El Congo, Italia, Israel, Irlanda, Argentina, Gran Bretaña, Colombia, EEUU y España.
También hemos podido ver a personas de relevancia pública, tanto del mundo político como de la justicia y de la cultura. Entre ellos podemos destacar a Enrique Múgica, Eduardo Fungairiño, Arantza Quiroga, Jaime Mayor Oreja, Mariano Rajoy, María San Gil, Regina Otaola, José María Aznar, Rosa Díez, Antonio Basagoiti, Pablo Casado, Carlos Dívar, Víctor Arribas, Agustín Ibarrola, Iñaki Arteta… y, por supuesto, los representantes de las instituciones de Castilla y León y del Ayuntamiento de Salamanca, con sus mayores representantes como son Juan Vicente Herrera y Julián Lanzarote.
A partir de este momento voy a ir desgranando los recuerdos de lo sucedido en el congreso, con las palabras que pronunciaron los ponentes y participantes.
En la inauguración tuvimos una mesa con Julián Lanzarote, Juan Vicente Herrera, Alfredo Dagnino, Maite Pagazaurtundúa, Cayetano González, y el ministro Caamaño que fue a hacerse la foto porque ni siquiera se dignó a dar unas palabras.
A continuación destaco las más interesantes:
«Tanto en España como en el resto del mundo, el terrorismo se ha convertido en una de las más graves amenazas contra la paz social y la libertad de las personas. Es un hecho perverso en sí mismo, que no sólo atenta contra la vida humana y la libertad, sino que no duda tampoco en negar el conocimiento de la verdad y de la misma Historia. Se trata de un claro ejemplo de intolerancia y fanatismo y supone un indudable caldo de cultivo de totalitarismos de muy diverso signo.» Juan Vicente Herrera Campo, presidente de la Junta de Castilla y León.
En palabras de S.A.R El Príncipe de Asturias, «el terrorismo es sustancialmente inhumano y sanguinario, siempre inaceptable e injustificable. Es, por esencia, radical enemigo de la democracia, destroza vidas y familias, trunca el ejercicio de los más elementales derechos, niega las libertades, al tiempo que desgarra el corazón de todos. De ahí nuestra profunda repulsa y firme condena de la barbarie terrorista, nuestro desprecio a cuantos asesinan, secuestran, amenazan o extorsionan en nombre de ideologías totalitarias y excluyentes. Por ello, terminar con el terrorismo es deber, un imperativo moral para todas las sociedades libres, comprometidas con la defensa de la vida, los derechos humanos y las libertades fundamentales, contando con todos los instrumentos del Estado de Derecho, con la acción de la Justicia y los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, así como con la cooperación internacional».
En este contexto, las víctimas del terrorismo son, como se ha dicho en alguna ocasión, la conciencia viva de nuestras sociedades democráticas. Debemos expresarles siempre nuestra gratitud y nuestro reconocimiento por su ejemplo de vida, por sus sacrificios, por su dignidad y por su abnegación, porque nadie merece mejor testimonio de cercanía y compromiso. Constituyen el referente propio de la lucha contra cualquier manifestación del terror, una lucha que debe tener sólo un final, como es ver a las víctimas como vencedoras y a los terroristas como vencidos.
La causa de las víctimas es la causa de la justicia. Por ello, nuestra sociedad, nuestras instituciones, tienen la obligación de adoptar las medidas necesarias para paliar su tragedia familiar y personal, para promover su ayuda y protección y para asegurar el reconocimiento social que se merecen.
Los Príncipes de Asturias refrendaron con su presencia en Salamanca el compromiso de la Corona con las víctimas del terrorismo. «La Princesa y yo queremos reiterar nuestro homenaje profundo y emocionado a todas las personas víctimas de la barbarie terrorista. Las tenemos siempre, junto a sus seres queridos, muy presentes en nuestro corazón y en nuestro pensamiento. Saben que tienen nuestro afecto y solidaridad.»
Maite Pagazaurtundúa: «Si estamos unidos, los terroristas ni vencerán ni convencerán»; «Las víctimas del terrorismo queremos, ante todo, igualdad ante la ley y justicia para todos».
Alfredo Dagnino: «El terrorismo es la mayor amenaza para la Paz y la Libertad. Atenta contra la vida y la libertad. Os pido perdón por haber sido silenciadas.»
Herrera: «No hay neutralidad ni una tierra de nadie. O se está con las víctimas y se es una víctima, o se es un verdugo.» También tuvo unas sentidas declaraciones con el comportamiento de las instituciones durante los últimos años: «Pedimos perdón por todas esas veces en las que no hemos sabido estar a la altura, en ocasiones por egoísmo, en ocasiones por tibieza.»
Lanzarote: «Representáis la fortaleza, la justicia, la dignidad, la memoria y la democracia. Por todo ello, gracias. Sois los héroes de nuestro tiempo porque nos enseñáis cada día que el camino para alcanzar la libertad es la justicia y no la venganza.»
Cayetano González: «Queremos que se escuche alto y claro la voz de las víctimas durante los próximos días. Os haremos llegar nuestro afecto y solidaridad.»
Se produjo una pausa para un café donde pudimos saludar a la gente que año tras año vemos en los Congresos, y los más afortunados tuvimos la suerte de charlar distendidamente con los Príncipes, rompiendo el Protocolo en innumerables ocasiones para saludarlos y fotografiarnos con ellos. En mi opinión es el año en el que más cercanos han estado a las víctimas.
A continuación Carlos Dívar, presidente del Tribunal Supremo, nos dio una ponencia con el título “Justicia y Víctimas del Terrorismo”, donde habló de la situación en que se encuentra la banda terrorista ETA, que aunque está en “decadencia” puede asestar “golpes terribles” ya que todavía no se sabe “cuando desaparecerá”.
Algunas de sus frases que más llegaron a las víctimas fueron las siguientes:
-«Hay que responder con justicia, fuerzas de seguridad y política.»
-«El perdón, el temor, el azote terrorista en nuestra patria crea una falta de libertad.»
-«El terrorismo tiene intereses políticos, económicos, muchas instituciones están interesadas en el dolor ya que es el negocio que más beneficio saca: el de las armas.»
Relacionado con el 11 de Marzo refiriéndose a la tragedia e infierno «era algo que iba aumentando según iban pasando las horas. Cuando llegué al pabellón del Ifema, había cadáveres que llegaban en bolsas de plástico y dentro de esas bolsas sonaba un móvil, que un ser amado llamaba a otro ser amado que no podía contestar, porque desde el cielo les fue contestado.»
Con esta ponencia acabó el primer día del Congreso con la alegría de reencontrarte con víctimas de diferentes ciudades, de darte fuertes abrazos, cariños, que en estas ocasiones se ven de una manera excepcional porque sabes que son de verdad.
El viernes 12 de febrero, el Congreso empezó con una mesa donde el título que regía era: “El dolor y el sufrimiento de las Víctimas del Terrorismo en todo el mundo”, con testimonios y reflexiones de víctimas de Argentina, Argelia, Colombia, Estados Unidos, Francia, Irlanda, Israel, Italia, Reino Unido y Rusia.
Mesa que estuvo muy bien, porque ver cómo es el terrorismo en los diferentes países nos ayuda al resto a comprender cómo se puede llegar a actuar.
La siguiente ponencia fue la del Coautor del libro Vidas Rotas, Rogelio Alonso Pascual, con el título “Las Víctimas ante el final del terrorismo. Lecciones desde la perspectiva comparada.”
Entre las frases que quedan en la memoria podemos destacar las siguientes:
-“El final del terrorismo exige que haya justicia sobre los que hicieron los crímenes.”
-“España está a la vanguardia en la atención a las víctimas, pero aún tiene deudas pendientes.”
Sobre las 13:00 horas nos trasladamos a la Plaza Mayor, donde el calor que recibimos fue impresionante con unas 5000 personas aproximadamente arropándonos, aplaudiéndonos cuando accedimos a la plaza.
Fue emocionante e impresionante, fue uno de esos actos que siempre queda en la retina.
Se descubrió una placa para la Calle Víctimas del Terrorismo. Se hizo una ofrenda y se leyó un manifiesto.
En el manifiesto del VI Congreso Internacional de Víctimas del Terrorismo se incide en la inmoralidad del terrorismo que «nunca está justificado, es siempre un crimen injusto e injustificado, cruel, abominable y rechazable por atentar contra los derechos más elementales de las personas y de las comunidades». «Sus víctimas son iguales, no importa el país, la situación política o social, la motivación o el criterio para elegir objetivos. Son seres inocentes a los que un destino fatal convierte en víctimas de asesinatos, secuestros, torturas, extorsiones o amenazas.»
Durante el acto fueron muchas las personalidades que arroparon con su presencia y de las que extraemos algunas frases:
-Antonio Basagoiti: «Hay que derrotar a ETA en todos los frentes con educación, justicia y cultura.»
-Alan Jara, secuestrado por las FARC: «No hay víctimas de derechas o de izquierdas, el dolor es el mismo.»
Juan José Aliste: «Toda la sociedad es víctima de ETA, y no queda más remedio que reaccionar.» «No se puede comprender el dolor hasta que llaman a tu puerta.»
María San Gil: «Tiene que haber vencedores y vencidos, y sólo así podremos poner un justo punto final a la historia del terrorismo.»
Iñaki Arteta: «Me parece aberrante que la realidad de las víctimas estuviera arrinconada en el cine.»
Mari Mar Blanco: «Era el momento para estar con las víctimas y reconocer los graves errores cometidos en el mal llamado proceso de paz.»
Después el Presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, nos ofreció un almuerzo en el Colegio Mayor del Arzobispo Fonseca, donde pudimos compartir mesa con víctimas de otras ciudades.
A continuación se presentó la mesa “Las Víctimas del Terrorismo en España: Memoria, Dignidad y Justicia”, moderada por Víctor Arribas, donde pudimos escuchar los testimonios de diferentes víctimas de ETA y el 11M y donde podemos destacar el discurso de Ángeles Domínguez, que fue bastante acertado, pidiendo que la Justicia se ponga las pilas y que todos los recursos planteados por las víctimas sean resueltos y no dejados en el olvido.
En la 2ª mesa estuvieron Nicolás Redondo, Eduardo Fungairiño, María San Gil, Iñaki Arteta y Agustín Ibarrola (artista amenazado por ETA). Aquí podemos destacar las palabras de Fungairiño: critica «la ineficacia y cobardía por dejar ir a un terrorista a Irlanda (en referencia al etarra Iñaki de Juana Chaos), pendiente de ser extraditado a España desde hace meses, que está condenado por delitos menores y no por delitos mayores como debería ser», y acabó diciendo que «la democracia hay que defenderla con democracia».
Una de las mejores intervenciones fue la de María San Gil, la cual nos dijo: «Con ETA no se acaba de cualquier manera. Que no nos vendan una historia que no ha sucedido.»
La jornada acabó con un Concierto de Música clásica, interviniendo en primer lugar Manuel Carrasco interpretando al piano el Himno de las Víctimas.
El Sábado 13 de febrero, empezó la jornada con una Ofrenda a la Virgen Nuestra Señora de la Vega en la Catedral Vieja, donde el Obispo Carlos López dijo: «El perdón a los asesinos da más paz que reparar la justicia violada.»
Después, volvimos al Congreso para la mesa redonda más técnica con dimensión científica sobre el daño que causa el terrorismo y la recuperación del estrés postraumático que genera un atentado en las víctimas. En primer lugar intervino Irit Meretyk, jefa del servicio de Urgencias del Centro Médico de Rambam de Haifa (Israel), su relato fue de lo más enriquecedor. A continuación intervino José Luis Medina, jefe del servicio de Psiquiatría del Hospital Gómez Ulla de Madrid, el cual dejo algunas frases para recordar: «Nadie va a venir a ayudarme si antes no me quiero ayudar a mí mismo»; «…es una estrategia, no un resultado, es el esfuerzo del camino. No puede ser creado por el terapéutico sino descubierto por la persona». Por último, la intervención de Enrique Echeburúa, catedrático de Psicología Clínica de la Universidad del País Vasco, que ofreció una lección magistral, al igual que sus compañeros, del estrés postraumático, donde nos explicó que las víctimas tienen que exteriorizar los sentimientos, recuperar la rutina cotidiana y ponerse un reto cada día, no dar pábulo al odio o al rencor, implicarse en proyectos ilusionantes y concederse alegrías cada día. Es decir: pasar página, pero después de haberla leído.
Esta mesa fue moderada por Irene Villa, que al principio de su intervención nos contó su experiencia y nos dijo que «vivir con odio y con resentimiento es muy difícil, lo fundamental es no mirar atrás», y agradeció a su madre el apoyo prestado durante estos años. Confesó que «a veces la esperanza y la confianza en un mundo justo desaparecen cuando alguien quiere matarte. Parece que nada quiere devolverte la esperanza en ese momento. Todo eso choca con la tranquilidad de crecer en un mundo justo. Aparece la rabia, la impotencia y la incomprensión».
Como víctima y como psicóloga trasmitió la idea de que «cualquiera de los que hemos afrontado el terrorismo hemos de saber que el dolor se puede superar y se puede recuperar la seguridad que se hace pedazos después de un atentado».
Después de la magnífica mesa de psicólogos tuvimos una pausa para dar lugar a la clausura.
Arantza Quiroga dio una ponencia con el título “La necesidad de luchar contra la cultura del odio”, en la que a continuación se destacan las siguientes frases:
-Arantza Quiroga solicitó educación para desintoxicar del odio a los jóvenes. Insiste en involucrar a las familias porque en ellas «se aprenden los valores éticos» que pueden distanciar a los jóvenes del terrorismo, los niños y adolescentes, que «en estos mismos momentos están siendo sometidos a un lavado de cerebro, que están aprendiendo a odiar» siguiendo las enseñanzas de los violentos.
-«En los valores de la familia es donde se encuentra la respuesta. Es donde el ser humano recibe el núcleo de los valores que condicionan su vida. Es en su casa donde se aprende que no hay justificación para la muerte», sentenció la dirigente del PP, antes de afirmar que «no hay causa para quitar una vida. Nunca hay heroicismo en el asesinato de seres indefensos. No hay gloria en el dolor ajeno. Matar es el mero pretexto para imponer la verdad de unos cuantos. Todo esto se aprende en casa».
La presidenta del Parlamento Vasco aprovechó su intervención para pedir perdón a las víctimas del terrorismo por las ocasiones en las que los políticos «no han estado a la altura de las circunstancias» frente a las víctimas, que tienen «una generosidad infinita» y que «son el principal referente en medio de la barbarie».
-«Hasta ahora no os hemos otorgado la atención que merecéis. Esto dice mucho de una clase política que no ha estado a la altura de las circunstancias por estar enfrascados en amargas disputas.»
«Mientras el mundo está volcado en la crisis económica y los medios de comunicación nos inundan de banalidades, vosotros os encontráis aquí procurando que los verdaderos protagonistas de nuestra historia no caigan en el olvido.»
En la clausura también estuvo el consejero de Interior y Justicia de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, el cual reconoció «que nada es suficiente para reparar el dolor y daño producido a vosotras, las víctimas, pero nuestra obligación es poner de nuestra parte todo lo que podamos». Mañueco admitió que el sufrimiento padecido «exige reparación» y recordó, al respecto, las medidas impulsadas desde el Gobierno regional para facilitar el acceso a las prestaciones sociales y asistenciales, la educación, el empleo y la vivienda. El consejero destacó que las víctimas del terrorismo «sois nuestra referencia moral», y lanzó un mensaje a los violentos: «El terrorismo no tiene otro objetivo que destruir los pilares de nuestra sociedad y violentar nuestra convivencia pacífica y democrática. Los terroristas no van a conseguirlo, van a fracasar. La sociedad española, como la de otros países, no va a ceder ante el terror», aseguró Mañueco, quien justificó ese optimismo en la «superioridad moral» que exhiben las víctimas de la violencia.
El resto de los ponentes de la mesa agradeció a la ciudad lo bien que lo había hecho durante estos tres días.
Julián Lanzarote dijo que el acto de la Plaza Mayor fue el mejor acto de su carrera. El alcalde, en su discurso de despedida del congreso, tiró de memoria e incidió ante los presentes en que «he asistido a cientos de actos en mis 23 años con tareas municipales, pero ninguno como éste».
Alfredo Dagnino, director de la Fundación Universitaria San Pablo CEU, clausuró con su intervención el foro recogiendo la exigencia emitida el viernes por María San Gil. «La lucha contra el terrorismo exige vencedores y vencidos. Es el único camino para una sociedad que quiera respetarse a su misma.»
Cayetano González, director del congreso y del Observatorio Internacional de Víctimas del Terrorismo, enfatizó la respuesta ciudadana de Salamanca: «No vamos a olvidar nunca lo que vivimos en la Plaza Mayor».
-«Lo verdaderamente ejemplar de las víctimas españolas es que nadie se haya tomado la justicia por su mano.»
-«Son muchas las asociaciones que piden que no prescriban los delitos terroristas, pero la gestión depende de los gobiernos.»
-«En la lucha contra el terror no hay atajos, como la negociación que llevó a cabo Zapatero en la anterior legislatura.»
Es difícil de entender cómo pueden vivir así y cómo tienen tanto valor y coraje para enfrentarse a quienes pueden ser sus verdugos; pero lo es más escuchar a estos supervivientes, su entereza y sus ganas de creer en una sociedad mejor y más justa, sin dejarse envenenar por el odio.
Lo de vergüenza fue la situación del Gobierno de España que tuvo que rectificar a última hora enviando al ministro de Justicia, Francisco Caamaño, en lugar de la subsecretaria de Justicia como tenía anunciado.
Pero, para la actuación que hizo, mejor que se hubiera quedado en su casa: fue, se hizo la foto, y para casita. Con esta forma de actuar, año tras año, lo que nos demuestra el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, es que le damos igual las víctimas, y que prefiere darnos la espalda negociando con los terroristas y llamándolos “hombres de paz”. Y también fue muy criticable la actuación de Caldera, que llegó minutos antes de comenzar la ceremonia de clausura, y todos los presentes tuvimos que esperar a que él se hiciera las fotos correspondientes, estando la mesa ya preparada para hablar. Es decir: otro que fue a hacerse la foto.
Y lo mejor es que los Castellanos y Leoneses han estado a la altura, las víctimas nos hemos sentido arropadas en todo momento y siempre quedará en mi memoria el acto de la Plaza Mayor donde se respiraban sentimientos puros. Y eso también lo podemos entender porque es la segunda Comunidad Autónoma de España con más víctimas mortales por terrorismo. Y todos tenemos en la memoria los 532 días que estuvo en cautiverio José Antonio Ortega Lara, y las 139 vidas rotas que claman contra el olvido. Y, como dice Pedro Samuel Martín, víctima de un atentado el 16 de marzo en San Sebastián, «hay que obligar a los terroristas a cumplir las penas íntegras, ya que ellos nos impusieron ser víctimas. Una cosa es el perdón y otra pedir justicia».
Desde aquí doy las gracias a todos los que habéis estado en el congreso de manera activa como ponentes u oyentes, y sobre todo a la gente que fue al acto de la Plaza Mayor, que siempre lo tendremos en la memoria.
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