La Soledad, dícese de esa situación en la que te encuentras solo rodeado de mucha gente.
Hace mucho tiempo que tengo esa sensación, me acompaña como si fuera mi maleta de viaje, solo recuerdo una época en la que la perdí de vista y fue cuando vivía fuera de España, esos 9 meses en Dublin fueron como si me desprendiera de todo el equipaje, de todas las caretas, de todas las murallas impuestas, y fuera yo misma, sin ningún tipo de preocupaciones.
La gente espera cosas de ti, se acostumbran a una pauta, una forma de actuar, si no lo haces así ya no eres buena. Pero si que te pueden dar una puñalada, da igual, eres tú la que siempre eres buena y lo aguantaras, no piensan en tus sentimientos, ni el de los tuyos.
Muchas veces una llamada, una abrazo, unas palabras te confortan más que cualquier otro gesto, y eso son gestos que apenas cuesta realizarlos.
Una mala palabra, una mala mirada o una mala acción pueden hacer perder una amistad que se consideraba limpia.
La gente se caracteriza por sus actos, de ahí el sentido de la frase, “Por sus actos los conoceréis “.
Así que pensar cuando estáis haciendo vuestros actos, a quien vais a beneficiar o el daño que vais a producir. Simplemente lo que no quieres para ti, no se lo hagas a los demás
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